Literalmente se puede definir al Taekwon-Do como el arte marcial cuya acción es la de golpear con el pie (“Tae”), la de golpear con la mano (“Won”) y el hecho del crecimiento espiritual a través del camino que se va experimentando como un arte.

Según una vaga definición, podría decirse que el arte es un concepto que engloba todas las creaciones realizadas por el ser humano para expresar una visión sensible acerca del mundo, ya sea real o imaginario mediante recursos plásticos, lingüísticos, corporales o sonoros. Así, el arte permite expresar ideas, emociones, percepciones y sensaciones.

Por su parte, “obra de arte” es el nombre que reciben cada una de las piezas artísticas producto de la creatividad humana y bajo este hecho, podría decirse que cada practicante puede definir e ir redefiniendo el Taekwon-Do constantemente, con todo y en base a lo que ello implica, a lo largo de la experiencia transformadora que va siendo durante su vida practicar este arte marcial. Así, en esencia, el camino recorrido por el practicante, va siendo la definición del Taekwon-Do basada en la evolución personal constante que este experimenta.

El entrenamiento mental que se desarrolla con el Taekwon-Do, va de la mano con valores propios que este arte marcial desea cultivar, ya que, a diferencia de un deporte, las artes marciales son la elección de un camino de vida de sentido filosófico, a través del cual se descubren y aplican valores que hacen más grande al ser humano para cumplir con el principio fundamental de superarse a sí mismo. Los valores del Taekwon-Do incluyen deberes del estudiante, como por ejemplo el deseo continuo de éste por el aprendizaje constante y la evolución personal, ser leal, no ser irrespetuoso, servir de ejemplo a los alumnos de menor categoría, etc. Al mismo tiempo, existe una serie de principios a seguir, que son la cortesía, la integridad, la perseverancia, el autocontrol y el desarrollo de un espíritu indomable vaciado de miedos o inseguridades.

Entre otras características a mencionar, el Taekwon-Do debe ser transmitido y enseñado por un instructor o Sabón (expresado en coreano), por un Profesor o Sabonim y/o por un Maestro o Sajionim. Esto denota que en el Taekwon-Do existen categorías y rangos de los practicantes, rangos que van elevándose a medida que el practicante avanza a lo largo del tiempo y a través de una serie de rigurosos exámenes realizados a fin de elevar su categoría como taekwondista.

En general, el Taekwon-Do aventaja a otras artes marciales por el uso de sus técnicas de pie, las cuales son muy desarrolladas debido a las cualidades de la geografía de Corea y a las características étnicas de sus poblaciones, pero una particularidad esencial del Taekwon-Do en comparación con otras artes marciales, es que este se despliega dentro del marco de la denominada “Teoría del Poder”. Esto es, la aplicación directa de principios científicos de la física Newtoniana, más específicamente de la segunda ley de Newton, a las técnicas a desarrollar con el cuerpo, para optimizar al máximo la eficacia de los movimientos del mismo y para lograr el máximo poder como resultado de la ejecución de dichas técnicas. Así, en la utilización de la física en la inteligencia corporal, radica la explicación del gran poder, fuerza de reacción, concentración, equilibrio, control respiratorio, velocidad y correcto uso de la masa corporal en conjunto con la energía cinética, que desarrollan los practicantes del Taekwon-Do a la hora de realizar sus técnicas, convirtiendo, entre más características que pueden agregarse a esta disciplina, al Taekwon-Do como “el arte marcial de un solo golpe”.

El Taekwondo desarrolla entonces, un gran entrenamiento y preparación físico-mental en sus practicantes, aplicando técnicas de combate corporales, sin armas para la autodefensa, basando su eficacia en fundamentos científicos aplicados a la naturaleza corporal humana.

Por último, el Taekwon-Do puede ser practicado por todo aquel que quiera indagar y conocer este Arte marcial sin importar la edad, sexo, condición o prodecencia de la persona, lo cual vuelve al Taekwon-Do un camino evolutivo para quien desee emprenderlo.

Los movimientos fundamentales son necesarios para poder adquirir un buen desarrollo de las técnicas y mejorar la capacidad de respuesta frente a cualquier situación de combate.

Por su parte, las Formas son una serie de movimientos fundamentales que representan técnicas de ataque o defensa en una secuencia mezclada y lógica frente a contrincantes imaginarios. Las formas fueron creadas por el General Choi Hong Hi, para el perfeccionamiento y desarrollo del Taekwon-Do.

Los ejercicios frente a frente se utilizan para perfeccionar la técnica y poner a prueba las aprendidas en los movimientos fundamentales y en las formas. En tanto el entrenamiento con accesorios, ofrece la posibilidad de desarrollar el foco y precisión en la ejecución de las técnicas, así como la resistencia y el poder.

En el desarrollo de las técnicas, es normal la aplicación de saltos en algunas de ellas, a fin de generar ciertos beneficios, especialmente de importante aplicación en el combate, que incluyen los cambios de ángulo, para cambiar el enfoque del golpe y generar poder debido a la inercia de la caída del cuerpo. El cambio de foco es de fundamental importancia a la hora de desenfocar al adversario. Así, las ventajas de ejecutar patadas con salto podría decirse que incluyen la posibilidad aumentada de evitar o superar un obstáculo (por ejemplo, un golpe de palo), sorprender al adversario (cambiar de ángulo), cubrir rápidamente una distancia, reunir dos movimientos en uno solo y/o patear a una zona más alta sin esfuerzo. Así mismo, en el Taekwon-Do se practican las roturas de tablas de diferente espesor, a fin de medir el poder de cada técnica. De este modo, los estudiantes que desarrollan una técnica determinada durante mucho tiempo, logran el último ajuste con respecto al foco y precisión a través de las roturas.